sábado, 16 de octubre de 2010

Grupo CES "Merecer"

Cuando empezamos a querer agradar a todos en este mundo empezamos a relegar la oportunidad que Dios nos regaló para ser merecedores de vivir a su lado una vez que cumplamos nuestro ciclo en la tierra. Eso sucede en el momento en que nos convencemos que no nacimos para sufrir, en ese momento damos la espalda a la más grande prueba de amor que Jesucristo nos dio “su crucifixión”.

Nos dan cursos, talleres y seminarios para vender más, para ser más productivos, para mejorar los procesos de fabricación; pero no somos materia dispuesta para hacer trabajo o actividades en ayuda de otros, no hacemos labor social tenemos mil y una excusas para no ser partícipes de las acciones que nos acercan al Reino de Dios.

Vivir como Jesús nos enseñó duele, y duele mucho no hay nada más difícil de hacer en el mundo que vivir teniendo como guía a Jesús, pero por supuesto que nada que nos enriquezca más que seguir su camino hacia nuestro Padre. Pero hay que merecerlo y eso es día a día, no importa que duela de hecho sino duele puede ser que no sea suficiente.

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