martes, 25 de octubre de 2011

Grupo CES "Liderazgo para Dios"

En cualquier construcción de cualquier sueño es necesario que exista un dirigente, alguien que organice, coordine y ordene las acciones útiles para tal o cual consecución.
El tipo de personas que prefieren tomar decisiones rápidamente para evitar la incomodidad que supone el periodo de indecisión, jamás podrán instalarse como líderes en un proyecto o más aún ni en sus propios sueños. Un líder que agrada a Dios cumple con lo siguiente:

• Muestra total disposición.
• Hace frente a tareas difíciles con firmeza cimentada en su FE.
• Aprovecha el tiempo disponible para analizar el tema en profundidad.
• Evita pretextos a la hora de hacer las cosas.
• Demuestra positividad a las tareas de Dios.
• Sus decisiones y acciones son motivadas en su total convicción.
• No le teme a la incertidumbre.
• Jamás considera una decisión equivocada como un fracaso.
• Escoge el mejor equipo.

Al capitanear bajo estas características la mayoría de sus decisiones resultan ser acertadas.

Al abordar una oportunidad (los débiles de FE la llaman problema) el líder favorece dentro de su equipo un clima participativo buscando que cada integrante defienda sus puntos de vista y se logré llegar a un punto en común “que aborde la oportunidad en puerta”.

“Esforcémonos todos los días para trabajar para el Señor, fructificando nuestro liderazgo delante de Él, esperando nos colme de su gracia.”

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