viernes, 1 de mayo de 2015

Enfoque para la conquista

Es increíblemente absurdo imputarle al mundo de todos nuestros errores, miedos, frustraciones y demás. Si bien nuestra vida la hacemos en sociedad donde la pluralidad de ideas, creencias y aspiraciones pueden influir de alguna manera en nuestro actuar diario; no debemos desatender la responsabilidad de ser ciudadanos comprometidos íntegramente con nuestro futuro y el de nuestro país.


Podemos culpar a nuestra familia, al gobierno, a nuestros maestros, a compañeros de trabajo, al clima, al equipo de fútbol, a EUA, etc. de todas contrariedades que truncan alguna actividad ó resultado que buscamos, y lo único que estaremos logrando es evidenciar nuestros temores a ser protagonistas de nuestra sociedad. En la medida en que busquemos realizar labores que aporten al crecimiento de nuestra familia, de nuestra comunidad y de la ciudad en que vivimos, estaremos más concientes de que nosotros podemos influir de manera positiva en los demás y dejaremos de culpar al mundo de que nuestros planes no se cristalicen.

Si tu compañero de trabajo no muestra coraje para cumplir los objetivos de tu empresa, si tu familia es displicente a tus anhelos ó si tu maestro no se compromete como guía de aprendizaje; manifiesta tu carácter y empieza a decirle al mundo lo grande que es tu espíritu, que la fortaleza que tu personalidad encierra es tan vasta que avanzarás aunque ellos no compartan tus sueños y no aprecien tus logros .

Mientras más claras tengas tus metas más energía destinarás a conquistarlas, y olvidarás que hubo alguien que esperaba que no llegarás a la cima.

Preguntate si ¿quieres conquistar tus sueños o solo soñar y ser conquistado por el mundo?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buen artículo.